sábado, 1 de junio de 2013

El tabaco y la experimentación animal

A pesar de que las organizaciones internacionales de salud saben desde décadas que fumar provoca el 85% de las muertes por cáncer de pulmón, contribuye al cáncer de vejiga, riñón, páncreas y estómago, entre otras enfermedades cancerígenas, la industria tabacalera, en un intento por encontrar evidencias de lo contrario, conduce inexplicables experimentos en animales.
Estos experimentos en animales son una distracción ya que ratas, ratones, perros, y otros animales no desarrollarán cánceres en sus pulmones como lo hacen los humanos, excepto en contados casos. Las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, provienen de estudios epidemiológicos y clínicos en humanos, no en animales.

Ejemplos de “cómo” estudian sus efectos en animales:
*Cortar agujeros en las gargantas de los beagles a través de los cuales los perros son forzados a respirar humo de tabaco concentrado durante todo un año.
*Insertar electrodos en los penes de los perros para comprobar los efectos del tabaquismo en el funcionamiento sexual.
*Atarles máscaras con correas en la cara a ratas, ratones y monos y forzarles permanentemente a respirar el humo del tabaco.
*Forzar a perros a estar en ventiladores mecánicos y exponerles crónicamente al humo del tabaco.
*Inmovilizar a monos rhesus en sillas con dispositivos cerebrales (electrodos o agujas estereotáxicas) y exponerles a nicotina y cafeía para ver cómo la cafeína y la nicotina les afecta a la respiración.

Las compañías tabacaleras han escondido los resultados de estos “experimentos” durante años, tratando inútilmente de morigerar los efectos del tabaco en humanos. Experimento tras experimento intentan probar que el fumar no mata.

Fumadores pasivos
Fumar pasivamente es un tema contencioso. El humo del tabaco (ETS) ha sido declarado oficialmente como carcinógeno humano, y está implicado en miles de muertes de cáncer de pulmón y enfermedades coronarias cada año. La industria tabaquera, sin embargo, lo disputa. La UK Tobacci Manufacturers Association ha declarado "La evidencia científica no muestra que el ETS sea una causa de enfermedad". En el pasado, la industria tabaquera hizo afirmaciones similares con respecto a la seguridad de fumar directamente. Ahora, como entonces, los animales se usan para dar "evidencias" para ambos, los pro y anti-tabaco.

R.J. Reynolds (fabricantes de Camel y Dorchester & More) ha publicado varios informes describiendo estudios de los efectos de fumar pasivamente en animales.
En dos estudios de R.J. Reynolds más de 1.000 ratas fueron expuestas a varias concentraciones de "humo de tabaco", 6 horas al día durante más de 90 días. Los animales fueron sujetados individualmente en un tubo del tamaño del cuerpo del que sólo sobresalían las narices. Estos tubos fueron puestos en grandes cámaras en las que se liberó el humo. Al final del estudio los animales fueron matados y examinados. A pesar de que algunas ratas desarrollaron inflamación crónica de los conductos nasales, los investigadores de R.J. Reynolds concluyeron que el humo del tabaco es "poco posible que tenga actividad toxicológica en humanos".

Estudios con animales sobre fumar pasivamente también han sido conducidos por investigadores académicos: en la Universidad de Nueva York, se usaron 42 pollos como modelos de los fumadores humanos. Las aves fueron expuestas a humo de tabaco o aire filtrado, 6 horas al día, cinco días a la semana, durante 16 semanas. Entonces, fueron matadas y examinadas para buscar signos de enfermedades coronarias.

En la Universidad de California, San Francisco, 64 conejos fueron alimentados con una dieta alta en colesterol, para incrementar su riesgo de padecer enfermedades de corazón. Tambiñén fueron expuestos a humo de tabaco de Marlboro o aire normal, 6 horas al día durante 10 semanas, antes de ser matados y examinados buscando evidencias de arteriosclerosis.
En la Universidad de California, Davis, al menos 64 ratas preñadas fueron usadas para ver los efectos de fumar pasivamente durante el embarazo y de los parches de nicotina. Algunos animales fueron expuestos al humo continuamente durante 9 días. Todos fueron matados al final de sus embarazos.
En contraste con los experimentos de la industria, los resultados de estos tests con animales fueron usados para sugerir que fumar pasivamente es dañino para la gente.
Hay, desde luego, numerosas razones por las que todos estos resultados son irrelevantes para la salud humana. Las pruebas son altamente artificiales e ignoran las conocidas diferencias entre especies en su respuesta al tabaco. Las ratas encerradas inmóviles en tubos, sufriendo estrés, y respirando sólo a través de su nariz (los humanos respiramos también por la boca) no son un modelo para los complejos patrones del tabaquismo humano. Similarmente las otras especies usadas, la duración de las pruebas (que ciertamente no corresponden a la naturaleza a largo plazo de largo nivel de mucho del tabaquismo pasivo humano), diferencias metodológicas y de dosificación, todo esto hace que sea imposible que los resultados puedan aplicarse a los humanos. La historia del debate de la salud sobre fumar directamente muestra claramente la forma en la que las dudas elevadas por erróneos experimentos con animales pueden usarse en detrimento de la salud pública. Es vitalmente importante, para animales humanos y no-humanos, que no se produce la misma situación en fumadores pasivos. Los estudios de población humana (epidemiológicos) han sugerido fuertemente que el tabaquismo pasivo es peligroso. Si se necesitan más evidencias, deben obtenerse a través de estudios in vitro y con voluntarios humanos, más que con erróneos y crueles tests con animales.

Cigarrillos sin humo
R.J. Reynolds también ha hecho experimentos con animales usando nuevos cigarrillos "sin humo", que se calientan pero no queman el tabaco. Se ha sugerido que estos cigarrillos pueden ser más "saludables" que un cigarrillo normal. Estos tests han incluido:
Más de 1.200 ratas, 272 hamsters y 750 ratones fueron usados en estudios básicos de toxicidad por inhalación de este tipo de cigarrillos. Los animales fueron confinados en tubos de contención individuales y forzados a respirar "humo" de cigarrillos normales o de los nuevos cigarrillos "sin humo", durante variados períodos de tiempo (más de 90 días en algunos casos). Al final de los estudios, los animales fueron matados y diseccionados. Los resultados mostraron algunas "grandes diferencias entre especies" pero en conjunto se concluyó que los cigarrillos sin humo "induce cambios biológicos significantemente más bajos y menos pronunciados que el cigarrillo de referencia [normal]".

Los investigadores de R.J. Reynolds también llevaron a cabo otras pruebas con roedores, incluyendo un estudio en el que se puso nicotina de cigarrillos normales y sin humo en las espaldas peladas de ratones, para ver los daños de su ADN. Desafortunadamente, los investigadores académicos también han usado animales en investigación de cigarrillos "sin humo": en la Universidad de Wisconsin, 10 perros fueron anestesiados y sus pechos abiertos para exponer el corazón. Para replicar la arterioesclerosis, la arteria coronaria fue atada con un collar plástico, causando que el flujo de sangre se redujese y se formasen trombosis. Los perros fueron entonces expuestos a humo de cigarrillos normales o sin humo, directamente a los pulmones vía tubo a través de la garganta. Se aseguraron los efectos de los diferentes humos en el flujo de sangre coronaria y la formación de coágulos. Los resultados mostraron que ambos tipos de cigarrillos exacerbaban la formación de trombos. Se concluyó que "… fumar este nuevo tipo de cigarrillos probablemente no elimina el humo como un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares".

Una vez más vemos que los experimentos con animales producen resultados que, mientras que no son directamente contradictorios, pueden usarse por ambos, los pro y anti tabaco para dar peso a sus argumentos. Estos experimentos nos dicen poco o nada sobre los riesgos reales para la salud humana.

Los investigadores de R.J. Reynolds también han conducido estudios in vitro y humanos usando este tipo de cigarrillo "sin humo". Estos estudios son claramente más relevantes que los estudios con animales descritos anteriormente.

Los estudios con animales de toxicidad por inhalación ciertamente producen grandes cantidades de datos, pero no dan una perspectiva real de los posibles efectos de los cigarrillos en los fumadores humanos.

Otra investigación industrial
La Smocking Research Foundation de Japón está financiada en un 87% por Japan Tobacco, propietarios de la compañía inglesa Manchester Tobacco. Las investigaciones patrocinadas por la Smocking Research Foundation han incluido estudios en los que monos rhesus son entrenados para fumar cigarrillos, y pruebas de adicción a la nicotina donde monos y ratas tenían que presionar palancas para autoinyectarse nicotina.

El Council for Tobacco Research – USA Inc. es una organización no lucrativa independiente que patrocina investigaciones sobre tabaco y salud. Fundada en 1.954, el Consejo está financiado por la industria tabaquera. Un estudio financiado por el Council for Tobacco Research y la Swedish Tobacco Company, en el Instituto Karolinska, Estocolmo, usó 28 cerdos. A los animales anestesiados les bombearon a los pulmones humo de cigarrillo, nicotina, monóxido de carbono y otros ingredientes del tabaco, vía tubo por la garganta.

Philip Morris (fabricante de Marlboro) reveló, en audiencias del Congreso estadounidense, que habían hecho experimentos sobre adicción a la nicotina usando ratas. Los resultados de este estudio fueron, sin embargo, retirados. Después se llevaron a cabo similares investigaciones por científicos canadienses, resultando en la innecesaria duplicación de estos tests en animales.

Liggett & Myers (fabricantes de Chesterfield y L&M), de acuerdo con un investigador de Liggett, han llevado a cabo investigaciones de cigarrillos "seguros". Gran parte de este proyecto fue "un programa secreto de 10 millones de libras para crear un cigarrillo que no provoque cáncer a los animales de laboratorio". Alegadamente, su investigación fue exitosa, pero suprimida por los miedos de que pudiese implicar que los otros cigarrillos no fuesen seguros. Como la investigación animal de Liggett implicaba que los cigarrillos podrían causar cáncer en animales de laboratorio, mientras que la compañía seguía diciendo que fumar no es dañino para los humanos, Liggett parece haber jugado con la relevancia de sus estudios con animales, tal y como aclaró un informe en el British Medical Journal.

Los experimentadores de Liggett & Myers pusieron en las espaldas rasuradas de ratones condensados de humo de cigarrillo; se crearon tumores en la piel. Tras el experimento Liggett continuó reasegurando al público que creía que fumar no es dañino. Así que, ¿por qué se hacen estos tests? Los jurados del juicio Cipollone escucharon esta explicación de Kinsey V Dey Jr, actual presidente de Liggett:

Abogado: ¿Cuál era el propósito [de estos experimentos]?
Dey: Probar y reducir los tumores en las espaldas de los ratones.
Abogado: No tenía nada que ver con la salud y el bienestar de seres humanos. ¿Es correcto?
Dey: Es correcto.
Abogado: ¿Cuánto costó este estudio?
Dey: Un montón… probablemente unos 15 millones de dólares, o más.
Abogado: ¿Y esto era para salvar a las ratas? ¿O a los ratones? Gastaron todo este dinero para salvar a los ratones del problema de desarrollar tumores, ¿es correcto?
Dey: Ya he afirmado lo que hicimos.
Referencia: BMJ 297, pp. 10-11 (1.998).

Ya sea directamente, o a través de cuerpos de investigación pagados por la industria, las compañías tabacaleras son claramente responsables de un considerable número de pruebas con animales. La industria tabacalera ha sido atacada por usar su trabajo científico para confundir y retrasar las normas de salud pública y la legislación anti-tabaco. Obviamente la industria lo niega, y dice que la investigación financiada es independiente y que siempre se publica. Cualquiera que sea la verdad, hay pequeñas dudas de que la industria haya usado resultados de experimentos con animales para llamar a la cuestión de la información gnada de estudios extensivos basados en humanos.

Investigación no industrial
Debe apreciarse que la industria tabaquera no es la única participante en los experimentos con animales de tabaco. La mayoría de las investigaciones publicadas son conducidas por investigadores académicos o médicos sin conexión con la industria tabaquera. Esto es particularmente desafortunado a la hora de dar un aire público de credibilidad para estos tests con animales que la industria tabaquera sola probablemente no podría generar. Los proyectos de investigación "académica" han incluido:
- El uso de perros, en la Universidad de Carolina del Sur, para investigar los depósitos de humo en el pulmón.
- También se han usado perros en la Universidad de Kentucky, para examinar cómo el humo de los cigarrillos afecta a la respuesta del sistema nervioso y control de los pulmones.
- Se ha administrado humo de tabaco a conejillos de indias en el National Herat and Lung Institute, en Londres, como modelo de constricción bronquiolar.
- También se ha hecho que conejillos de indias inhalen humo en la Universidad de McGill, Montreal para ver cómo afectaba a los niveles de los antioxidantes (protegen contra el cáncer) del cuerpo.
- Se usaron galgos en el Hospital St Thomas, Londres, en un estudio para asegurar los efectos del humo de los cigarrillos y la nicotina en la permeabilidad de las paredes de las arterias.





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